VELOS Y DESVELOS

Marita es una reveladora de verdades más que una vendedora de fantasías. Lejos de buscar el facilismo del verso creativo hacia lo mágico, ella renueva su goce paroxístico en el sufrimiento y nos induce a embriagarnos con la subrepticia dosis del elixir que buscamos en nuestros más recónditos sueños: el placer de ser testigos ante realidades, insertos en el mismo cuadrado pugilístico en el que ella se debate contra los vientos de la pena.
Yo triste
me ilumino con su alegría
Yo oscura
me alumbro con su claridad
Yo opaca
me reflejo en su belleza.
En este nuevo libro asoman el dolor, la depresión y otras facetas terribles de la vida que ella describe y a la vez sugiere en un susurro como parte de su propio ser interior.
La madurez de un artista de las letras llega cuando es capaz de desnudar el alma y hacer que los ojos del lector se debatan entre la emoción y el llanto, ante una visita guiada por los rincones claros y oscuros del castillo interior.
Marita sabe hacerlo aunque sus protagonistas sean otros, y sabe como asomar siempre, entrando por la puerta principal del cuento o por una imagen o semblanza sólidamente real, absolutamente verdadera y cercana a ella misma, y a la vez representante de todos nosotros, los lectores. Este libro es, y quiere serlo, un espejo humano donde reflejarse el lector, el autor y en ambos, toda la humanidad.
Empecé a despertarme durante las noches con la impresión que el espejo me estaba mirando con un ojo especial, negro e inmenso.
Me gustaría dividir la obra en tres grandes tipos de cuadros, más allá de su presentación como cuento o poema: Aquellos relativos a lo individual personal, los temas íntimos, psicológicos como la depresión o el sufrimiento físico. Por otro lado los relativos a lo social como tal: la pobreza por ejemplo o la violencia, y por último, los relativos a lo literario como hecho artístico. En los primeros se debate entre ser protagonista o espectadora del sufrimiento del otro. También oscila entre la descripción del sufrimiento físico o el espiritual. ¿Es tal vez la ambigüedad constante la mayor cualidad de esta obra?
Desanda el camino, entra al callejón, sube el muro, llega al fin para unirse de nuevo al cuerpo abandonado.
En los relativos al hecho social tenemos por ejemplo:
Llega el Alba adormilada
y descorre el manto oscuro de la guerra.
En los trabajos centrados en el hecho literario destaco aquellos poemas como el que sigue, donde es capaz de sencilla pero armoniosamente describir su experiencia creativa en un juego de la cebolla o del espejo en el espejo hasta alcanzar la infinita desnudez de sí misma.
Mi palabra es un pájaro
en la mitad
de una página en blanco
Ahora sí, respecto a su estilo, podemos decir que con el tiempo se ha tornado más despojado, y casi volveríamos a agregar, desnudo de futilezas como si la hojarasca infernal de la dulzona poesía o retórica cuentista a ella le sobrara o le importara poco. Ya no se arrodilla más ante nadie que no sea Dios y mucho menos ante la nunca bien ponderada y edulcorada metáfora.
Marita posee singulares habilidades y un exquisito espíritu dotado de sensibilidad para los elevados valores que descubriera Platón en la caverna.
Ella no es en vano Delegada Honoraria para el Foro IFLAC Internacional de Literatura y Cultura de la Paz. Ella se yergue hoy día en la poesía argentina como una vanguardista, como un eje esencial de la exquisita poesía bilingüe y de la paz. Sabe usar el arma de la lengua escrita para movernos hacia la paz mundial. Sabe traducir el lenguaje de las mariposas Monarca y llevarnos al cielo del amor social.
Creo que Marita, buscando La Verdad y La Justicia, la Paz y el Amor, se acerca al cielo cada vez más, pero también se va acercando cada día más a Marita. Casi despojadamente, casi desnudándose y quitándose poco a poco los velos y llenándose los ojos y las manos con los desvelos propios y ajenos, se va recreando y es cada vez más mariposa y más paloma, desarrollando alas en la espalda y ritmo en el corazón y adentrando el cuchillo de su propia descarnada mirada aguda en su propio mundo interior y desde allí alzando la voz como pájaro herido en un bramido de dolor que alcanza el cielo y vuelve a parir el dolor de todo su pueblo mudo.

María Cristina Azcona

Marita Ragozza de Mandrini

Nació el 28 de abril, Buenos Aires, Capital. Es Maestra Normal Nacional y cursó estudios en el Profesorado de Filosofía y Psicología. Recién en el año 2000 comenzó a difundir sus textos literarios.
Actualmente vive en Pehuajó, provincia de Buenos Aires, Argentina, dedicada a su familia, a su tarea de Educadora Católica y a la literatura.
Su obra está muy extendida en revistas virtuales argentinas e internacionales.
Es Poeta por la Paz, escritora bilingüe, Delegada Honoraria de IFLAC PEHUAJÓ (Foro Internacional de Literatura y Cultura por la Paz), miembro de Poetas del Mundo, Member Wor5ld Poets Society (Grecia), Embajadora de la Paz número 385 (Suiza-Francia) y Socia-Fundadora del Círculo de Escritores de Pehuajó.
OBRAS PERSONALES ANTERIORES
* PAZ Y LETRAS - Poemas
* ALBATROS DE PAZ – Poemas

ISBN 978-987-656-123-5